La primera de las cosas a poner en práctica es utilizar al máximo la luz natural siempre que sea posible, y esto será cada vez más fácil ya que los días van siendo más largos según avanza el año. Para que te sea más fácil ponerlo en práctica, será conveniente que las cortinas, persianas, estores, etc. estén abiertos durante las horas de luz, de esa manera evitas encender las luces.
Ajustar la potencia necesaria con la contratada da buenos resultados ya que habitualmente contratamos más de la que necesitamos, revísalo y sal de dudas, solo tienes que sumar el consumo de los electrodomésticos de la casa para tener la cifra total. No te olvides de las luces y los ordenadores, etc.
Existen ventajas a la hora de elegir una contratación de franjas horarias ya que te permite hacer uso de los electrodomésticos que más consumen justo cuando la tarifa es más baja, por ejemplo la lavadora, el horno, etc. Recuerda que normalmente las horas más caras son 14-17h y 21-22h.
Un truco muy interesante es el de ahorrar con los dispositivos electrónicos, por ejemplo cargar la batería del móvil al completo y seleccionando el modo avión -tardará menos y consumirá menos energía-, no dejar los aparatos eléctricos en modo standby para reducir así un 10% al año, que no esta nada mal, sustituir pantallas de TV o de ordenador normales, ahora que usamos mucho este tipo de dispositivos, por LCD para ahorrar hasta un 37% de energía.
Por último revisar el uso que hacemos de los aparatos eléctricos en la cocina puede generar un buen ahorro a lo largo del año, por ejemplo, el horno es uno de los que más consumen y no siempre es necesario cocinar con él, hay alternativas muy sanas y más baratas. El frigorífico no tiene la puerta para que permanezca abierta sino cerrada, abrir-coger-cerrar, si quieres sacar o meter algo en el frigorífico hazlo con rapidez y no abuses de mantener la puerta abierta. La lavadora es más económica si lavamos a 30º que si lo hacemos a más temperatura y normalmente es suficiente hacerlo así.