Hay dos momentos al año en los que uno se propone objetivos para mejorar la salud. Uno de ellos es septiembre, con el inicio del “curso escolar”. El final de las vacaciones de verano y la reincorporación a la rutina hacen que uno reflexione sobre todos los excesos a los que ha sometido a su cuerpo durante las vacaciones. Comilonas, fiestas y demás. Es posible que seas de los que se ha planteado mejorar su dieta, eliminar los malos hábitos y comenzar a hacer deporte al volver a casa. A esta lista puedes añadir otra propuesta: contratar un seguro de salud. Por que sí, el seguro te puede ayudar a cumplir todos esos propósitos de “arranque de temporada”.
Está claro que para cumplir cualquier objetivo en la vida se necesita fuerza de voluntad y ayuda. Y aquí es donde entra en juego el seguro. Las aseguradoras de salud te prestan servicios para que te encuentres mejor. Sí, te dan acceso a todo tipo de médicos y especialistas sanitarios. Es verdad. Pero también van más allá.
Un ejemplo de ello son los programas para dejar de fumar. Estos programas, además de ofrecer ayuda psicológica, hacen seguimiento de la salud pulmonar y de otros factores que hay que controlar en los pacientes que dejan de fumar como la ansiedad, el estado de ánimo, el cambio de peso…
Según la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) de 2022, los hogares gastan al año unos 1.384 euros en seguros de salud. Los fumadores, entre tanto, destinaron 1.559 euros al año a adquirir cigarrillos, puros y otros productos derivados del tabaco. Las cifras hablan por sí solas. Con lo que te ahorrarías en tabaco te podrías pagar el seguro de salud y todavía te sobraría dinero para financiarte unos meses de gimnasio.
Las aseguradoras también te pueden facilitar acceso a un endocrino si necesitas regular tu peso o corregir desórdenes del metabolismo y, además, muchas entidades tienen portales web y aplicaciones con consejos para una vida saludable. Herramientas para llevar una dieta sana o con indicaciones de actividad física que te sirven de referencia conforme vas incorporando buenos hábitos a tu rutina.
Así que, aquí lo tienes. Puedes sumar a tu lista de buenos propósitos una meta bien fácil de cumplir: ¡contratar un seguro de salud!
