Las 5 claves para una buena salud cardiovascular.

Hace alrededor de 40 años que una agencia de publicidad creó el eslogan “Quien mueve las piernas… mueve el corazón” para anunciar una bicicleta estática. No le faltaba razón, hacer ejercicio es una de las principales recomendaciones para mantener una buena salud cardiovascular, pero no la única. Con motivo del Día Mundial del Corazón, nos hacemos eco de los consejos de la Fundación Española del Corazón para mantener tu corazón sano y, con ello, disfrutar más y mejor de la vida.

Algunas recomendaciones básicas, que probablemente conoces, consisten en hacer ejercicio, tener una alimentación saludable, no fumar y beber de forma moderada. Cumplir con ellas es imprescindible para que tu corazón goce de buena salud. Pero hay otros factores de riesgo que se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular. Para mantenerlos a raya, sumamos las siguientes recomendaciones a las mencionadas anteriormente.

1. Evita la obesidad abdominal

Sólo si eres Papá Noel está permitido que tu barriga sea similar a la de un embarazo avanzado. La grasa que se acumula en el abdomen es la que afecta en mayor medida al corazón. Si hay grasa en la barriga, puedes imaginar que también la habrá en tus arterias… Es muy importante para el buen funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos y otros órganos de nuestro cuerpo mantener el peso y el perímetro abdominal dentro de unos límites razonables.

Es importante mantener el perímetro abdominal por debajo de 88 centímetros en el caso de las mujeres y de 102 en el de los hombres. Es muy sencillo realizar un autocontrol sobre ello con una cinta métrica tipo “modista” con la que tomarte medidas con regularidad.

Asimismo, otro indicador que identifica si tienes un peso saludable poniendo en relación tu peso y altura es el Índice de Masa Corporal (IMC), que se calcula a través de una fórmula matemática muy sencilla que consiste en dividir el peso (en kilos) entre la estatura (en metros), elevada al cuadrado. Se considera que un peso es saludable si el IMC está entre 18,5 y 24,9, mientras que por encima de 25 hay un ligero sobrepeso y, al superar 30, existe obesidad. De la misma forma, por debajo de 18,5 se considera un peso bajo que, igual que el sobrepeso, también debería ser tratado por un especialista.

¿Y cómo evitar la obesidad abdominal? Lo más importante es mantener una dieta saludable y realizar ejercicio físico de forma regular.

2. Controla la tensión arterial

Incluso una persona sana debería revisarse, aunque fuera solo una vez al año, su tensión arterial dado que este indicador es básico para saber cómo funciona nuestro corazón y, por lo tanto, nuestro cuerpo.

La tensión siempre debería estar por debajo de 140/90 mmHg, un dato que sólo podrás conocer con un tensiómetro, ya sea en la consulta del médico, en la farmacia o con uno casero. Si eres hipotenso, por ejemplo, y tu tensión está por debajo de estas cifras, es posible que sufras mareos en función de la actividad que estés haciendo o incluso según tu estado de ánimo. Saber que puede ocurrirte y cómo reaccionar en tales casos (beber agua, levantar las piernas, utilizar medias de compresión…) puede ser de gran ayuda.

Lo mismo sucede en el caso de la hipertensión, mucho más peligrosa e importante de controlar sobre todo para quienes hayan sufrido algún problema cardiovascular. Realizar un control médico regular y tener siempre disponible medicación para bajar la tensión es básico.

3. Controla el colesterol

Los niveles elevados de colesterol aumentan el riesgo de presentar una complicación cardiovascular. El colesterol, que aumenta fácilmente con la ingesta de grasas saturadas, se deposita en la pared de las arterias, provocando que progresivamente se estrechen. Es recomendable mantenerlo por debajo de los 200 mg/dl. ¿Cómo controlar el colesterol? Con una dieta equilibrada, haciendo ejercicio físico regularmente y evitando el tabaco.

4. Cuida tu salud emocional

Otro factor de riesgo cardiovascular que quizá desconocías es la salud emocional. Algunos estudios relacionan el estrés emocional con los eventos coronarios mayores y asocian la depresión con una mayor probabilidad de presentar enfermedades cardíacas.

En cualquier caso, nada de lo que te hemos explicado anteriormente tiene sentido si, cuando alguno de los parámetros falla, no recurres a un especialista. La detección temprana de las dolencias es imprescindible para ponerle solución y evitar así que lleguen a afectar al corazón. Recuerda que con tu seguro de salud tienes acceso directo a los médicos especialistas, tanto para realizarte chequeos regulares como para seguir tratamientos concretos en caso de que así te lo indiquen.

Para más consejos que te ayuden a vivir una vida mejor, recuerda que también puedes visitar nuestra sección Prevenir para Vivir.

Fuente: fundaciondelcorazon.com