¿Vida o decesos?

La respuesta es muy sencilla: los dos. Es verdad que los términos “Vida” y “Muerte” son antagónicos, pero en lo que a seguros se refiere son complementarios.

Hay personas que tienen la duda respecto de contratar un seguro de vida o uno de decesos, y parece razonable ya que ambos seguros se encargan de cubrir al asegurado en caso de fallecimiento, pero el objetivo de cada uno es distinto, ya que en el caso de decesos viene a resolver el aspecto inmediato de la muerte y se encarga de todos los aspectos logísticos, de asistencia a la familia, gestiones administrativas y mucho más. El seguro de vida es el encargado de hacer frente a las deudas y la fiscalidad que se derivan de un fallecimiento, y lógicamente las cantidades aseguradas son muy distintas.

Son tan distintos que incluso en el caso de los seguros de decesos puede no haber suma asegurada, ya que, como en el caso de Purísima, el seguro se hace cargo de los gastos del sepelio sin que exista una cantidad asegurada específica. Esta modalidad es de prestación de servicio, y más indicada que la de suma asegurada ya que ésta limita la cantidad que pagará la compañía cuando se produzca el fallecimiento, por lo que la familia deberá hacer frente al exceso de coste en caso de producirse, bien porque la suma asegurada no era suficiente o porque ésta no se actualizó en los años de vida de la póliza.

Queda bastante claro que son seguros complementarios, ya que hacen frente a un fallecimiento en aspectos diferentes, pero necesarios, por lo que claramente se debe de contar con ambos seguros, adaptados a las necesidades de cada familia, ya que si bien las deudas o necesidades de capital para hacer frente a un fallecimiento suelen decrecer, incluso desaparecer con los años, en el caso de los servicios que cubre el seguro de decesos no desparecen, incluso su coste se puede incrementar por el efecto de la inflación o el aumento de los precios por parte de los servicios municipales.

Por último hay que destacar que los seguros de decesos cuentan con características que no tienen los seguros de vida, cómo las garantías y servicios complementarios, así cómo el hecho de tratarse de seguros para toda la familia, que se pueden utilizar durante toda la duración de la póliza, es decir de por vida ya que no vencen a ninguna edad. Esto último no le ocurre a los de vida que suelen vencer a los 70 años.