Para quejas y reclamaciones, tira de seguro, no de Google.

Como consumidores, a menudo nos surgen dudas sobre cuáles son nuestros derechos frente a productos y servicios, especialmente en casos en los que hemos quedado insatisfechos. Antes de llegar a las oficinas de atención al consumidor, muchos recurren a Internet para solucionar sus dudas al respecto, sin saber que los seguros son los primeros que pueden echar una mano. De hecho, además de asesorar e informar, en muchas ocasiones pueden incluso ayudarnos a interponer las correspondientes quejas y reclamaciones.

Un incumplimiento de contrato por parte de la compañía telefónica, un cobro indebido en la factura de la luz, un coche de segunda mano que resulta estar defectuoso… Hay muchas situaciones en las que podemos necesitar interponer una queja o reclamación y esta no siempre es una tarea sencilla. Las aseguradoras lo saben y, por eso, muchas de ellas incluyen en los seguros de hogar una cobertura de asistencia jurídica, o existe un producto específico. Con ellos, una simple llamada telefónica puede resolver todas las dudas.