Reservar mesa para cenar en estas fechas es toda una odisea, pues son muchos los que aprovechan para reunirse y pasar un buen rato juntos antes de despedir el año que termina. Ya sea para la cena de empresa o para la última quedada con el grupo de amigos antes de las vacaciones. Pero hasta en los momentos de celebración hay riesgos. ¿Qué pasaría si, durante una cena de Navidad, los comensales ingieren un alimento en mal estado y se intoxican? Pues que el seguro de responsabilidad civil indemniza a los afectados.
Los establecimientos de hostelería tienen la obligación de contar con un seguro de responsabilidad civil para ejercer su actividad. La responsabilidad civil o RC es aquella responsabilidad que adquieres de reparar el daño que le provocas a otra persona (que suele denominarse “tercero” o “tercera persona”) por un acto cometido por ti o del que eres responsable.
Como comensal, este seguro te permite cenar más tranquilo, sabiendo que la RC del negocio te indemnizará por los daños sufridos. Pero no solo eso. También es positivo para el restaurante, que tiene las espaldas cubiertas ante un acontecimiento como el expuesto. Al contar con este seguro, el hostelero puede gestionar su negocio con la tranquilidad de no tener que asumir costes desorbitados si ocurre una intoxicación. Unos costes que, si no existiera el seguro, podrían llevarse por delante su establecimiento.
Como ves, el seguro de responsabilidad civil de bares y restaurantes es el mejor aliado en caso de alimentos en mal estado. Lo es para el comensal, que se asegura ser resarcido por los daños sufridos; y lo es para el hostelero, que dispone de un instrumento para atender el pago de la indemnización.
Una vez más, el seguro demuestra que está ahí para proteger a personas y a empresas ante cualquier imprevisto, consiguiendo que todo se solucione de forma satisfactoria para todos lo antes posible.
Si quieres saber más sobre los seguros de Responsabilidad Civil en estos casos, puedes leer nuestro anterior post al respecto haciendo click aquí.
